Los seres humanos
tenemos una tendencia a mentir en numerosas ocasiones, cuando somos
pequeños nos enseñan que nunca debemos mentir, pero la sociedad en
la que vivimos nos acaba pervertiendo y terminamos por acostumbrarnos
a hacerlo. Hay muchisimos tipos de mentira, entre ellas destacaré
dos, las denominadas “mentiras piadosas”, las cuales son las
únicas que, como mucho, deberían existir, creadas para proteger a
alguien o simplemente para no provocarles sufrimiento. Pero luego
están las peores, aquellas mentiras que encubren como somos
realmente, nuestra raza, como llevamos nuestro día a día, y estas
son las que más odio, y quizá son las que más muestran de una
persona, es decir, en muchas ocasiones exageran tanto las mentiras
que podemos darnos cuenta de ellas, como dice el dicho “se pilla
antes al mentiroso que al cojo”. Este tipo fr personas además de
ser mentirosas son muy falsas, mienten hasta tal punto que pones en
entredicho absolutamente todo lo que dicen, y realmente con eso
consiguen que la gente pierda la confianza con ellas.
Hubo una vez que me
encontré con el caso de un extranjero, amigo de mi madre, de cultura
árabe, tengo que decir que no soy racista y puedo respetar y
amoldarme a todas las culturas, pero así como yo lo hago, aquellos
extranjeros que están conmigo deben aceptar y respetar mi cultura.
Como conclusión
diré que no hay que tratar de fingir ser lo que no se es, porque el
día que te canses de hacerlo, todo el mundo perderá la confianza en
ti, se siempre tú mismo.